Se me está agotando la agenda y eso es señal inequívoca de que estamos casi a final de curso. Los finales de curso me gustaban más antes la verdad sea dicha, cuando traían consigo comidas del menú ese de 5'50 euros del chino. O a lo mejor es que con esto de opositar una no acaba de ver donde esta el final de un curso y el principio del siguiente. Y final y principio se me hacen demasiado juntos. Como las canciones esas malas que ponen en las discotecas que nunca sé cuando ha acabado una y ha empezado la otra porque a mí me suenan igual. Pues es más o menos así pero con leyes. Pero no nos liemos vamos a lo que vamos.
Y es que este final de curso ha traído.
Un concierto más de Rafa en Galileo, cerrando así el curso-conciertil en Galileo. Ya nos hemos despedido hasta septiembre... de Galileo. De Rafa no, que le vemos el 12 de Julio en el Circo Price con su amigo Marwan.
Y, por supuestísimo, Alejandro Sanz en el Palacio de los Deportes. Alejandro me acompaña desde hace "veinte años" como bien canta él en este disco, así que cada concierto suyo es el mejor para mí y éste no fue una excepción ;) Además, esta vez tuve la mejor compañía de todas (para mí): mi hermana. Que me tenía engañada y resulta que se sabe todas las canciones de Sanz, es toda una fan ;)
Aunque eso sí, yo eché muchísimo de menos ¿Lo ves?. Es que nos gusta hacer el gallito ese de "lo veeees" con Alejandro ;) pero creo que todo el Palacio de los Deportes se desquitó gritando a todo pulmón las demás canciones, quizá, especialmente esta
